5

LUZ DE VELAS por Ar (relato erótico Nº2)

https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjGtK95BPZIy21e6nydsvDpVbzpjDtdLDOKkym4EmS_Qi3iimBQgvTfeT4cbYeiVnHRtLBgLg5jC_hQHMCRtmV74e7gmeTJFzvanWpEAqE8l4lS5Z0UyilxyxIQk0-BxcNV668sMkZ3fI0/s1600/velas_3171_1024x768.jpg

No era habitual llegar a casa y encontrar un camino de pequeñas velas titilantes. No era habitual encontrarte semidesnudo sobre mi cama con un botecito de aceite para masajes. Me tomaste de la mano y me condujiste hacia la cama, sin decir una palabra, te seguí con curiosidad.
Pusiste especial cuidado en desnudarme, prestando atención a cada pequeño detalle. Me hiciste tumbarme con delicadeza, acariciando mi espalda, tendiéndome boca abajo. Te desnudaste enseguida, sabedor de mi reticencia al desnudo y comenzaste sin pausa el masaje. Untaste cada porción de mi piel con ese aroma a frutas del bosque, masajeando con insistencia cada pequeño nudo de tensión. Yo me dejaba hacer. Cuando creíste que estaba lo suficientemente relajada, me diste la vuelta repitiendo el proceso por delante. De nuevo cada centímetro de mí tomó el olor a frutas.
Comenzaste entonces la ascensión de besos desde la punta de los pies. Sin parar de acariciarme y llenarme de escalofríos, llegaste a donde los dos estábamos deseando. Exhalaste aire caliente sobre mi monte de Venus y te reíste por lo bajo. Yo deseosa y tú excitado. Mientras acariciabas mis mulos, no tardaste en introducirte en mi interior. Cuando estaba a punto del clímax, cesaste tu andadura y te reíste.
Me recostaste en tu regazo y entraste por completo en mí. Iniciando el vaivén de tus caderas me indicaste el ritmo que debía seguir y mi cintura no tardó en acoplarse a ti. Cerré mis piernas en torno a ti y no tardé en recibir el orgasmo. No contento con eso, aceleraste el ritmo mientras sonreías en mi garganta. Casi exhausta volví a correrme casi al mismo tiempo que tú.
Cuando te separaste de mí, apenas quedaban un par de velas encendidas, las justas para dejarme ver tu cuerpo perlado de sudor y tu sonrisa pícara. Saliste de mí, despacio, con reticencia, sin parar de mirarme a los ojos.
Te tumbaste al lado mío y me susurraste un Te quiero mientras la última vela se consumía y me dejaba intimidad suficiente para sonrojarme.

5 comentarios:

Jaione dijo...

Mui wapo el relato. Me a gustao muxo, kiza mas ke el 1º. Enorabuena!

Sarii dijo...

Muy bien AR, eres una maquina!

ruru dijo...

xaxi piruli fandango arr!! imaginación al poder!

Anónimo dijo...

muy buen relato, si llega...

Anónimo dijo...

Una pasada completamente este relato es una pasada me parece que tendre que ponerlo en practica con mi novia este fin de semana se lo merece ella por todo lo que hace

 
Subir