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LA NIÑA BUENA por Platanox (relato erótico Nº20)

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Llego como tantas otras lo habían hecho, sin hacer ruido y sin apenas hablar, en el trabajo que teníamos era normal entrar y salir rápidamente. Al principio, solo eran miradas, ya sabéis esa mirada que se cruza con una sonrisa, esa sonrisa al decir cualquier tontería. Las tonterías que decimos los que no tenemos ni idea de decirle algo a una chica. Hasta un día, ella dio el paso, pase a su lado, estábamos solos, que rico huele el aire, dijo. Tú sí que hueles bien, y no solo hoy. Se rio muchísimo. -¿Tomamos algo? Claro bobo, tengo muchas ganas. Hablamos durante horas, como si nos conociéramos de toda la vida. Solo habían pasado un par de meses, y nunca habíamos hablado en profundidad de nada, solo lo que ese trabajo de mierda nos permitía, un oasis en ese estrés. -Cenamos mañana? Preparare algo para los dos. Ella tenía un sitio donde quedarnos, una de las zonas más turísticas de este país, vistas al mar, un piso amplio, perfecto para un fin de semana. Cenamos, muy bien, me gusta fijarme en como comen las mujeres, dicen que por como comen, sabes cómo follan. En este caso, comía y bebía y no dejaba de mirarme. Terminamos de cenar, nos sentamos a hablar durante horas, música, cine, la vida en general… Sentados en el mismo sillón, pero lejos, demasiado lejos, pero a partir de aquí, a cada frase, nos acercábamos, sin darnos cuenta, centímetro a centímetro.- Me gustan tus labios, tienes unos labios impresionantes. Esos eran los míos, son grandes, carnosos, mis rasgos delatan mi sangre, alto, moreno, ojos verdes, corpulento. -Mis labios? me pase los dedos por ellos, suelen gustar bastante, tengo un problema con ellos, son muy sensibles, a veces me dan escalofríos según como los traten. Su sonrisa fue enorme. -También tendrá que ver lo que tu pongas de tu parte, no? Claro, yo también pongo de mi parte, solo hay que saber cómo hacerlo, besar es todo un arte. Ah si? Y eso cómo es? Sencillo, con los besos puedes dejar claro como te comportas con otras partes del cuerpo. Sus ojos se abrieron de par en par. Eso suena muy interesante, y cuantas afortunadas han probado eso? Jajjaja, nos reímos mucho. En ese momento ya estábamos pegados, ella no se había movido de su lado, era yo el que había ido hacia ella, mis manos estaban sobre sus piernas. -No demasiadas… pero eso tampoco es importante. Y tú? Has estado con muchos hombres? No, solo he tenido un novio, y ya no lo tengo. Además hace mucho tiempo ya. Tenía sus manos entre las mías. Mis manos son grandes, las suyas jugueteaban con mis dedos. Sabía que le gustaba, pero no que me deseaba. Eso tendremos que arreglarlo, mi boca se acerco a la suya, suavemente, mis labios chuparon los suyos, sin dejar que ella hiciera nada más, su olor, su sabor, pura ambrosía. -Que malo eres, yo soy una niña buena. Yo también soy un niño bueno, sólo que escondo un demonio en mi interior. Su cuello, delgado, sugerente, como todo en ella. Tenía el pelo alborotado, ondulado, el cual yo apartaba de su cara y de su cuello. -Que rico… Lo reconozco soy un guarro, me gusta lamer, me gusta chupar… y ella era como un helado, deliciosa, una piel perfecta, suave. Mi lengua se deslizaba por sus hombros, por su cuello, ya le había quitado la blusa. Sus pechos eran increíbles, no muy grandes, pero con unos pezones hermosos, grandes, perfectos para mi. No se movía demasiado, como alguien que no sabe bien que tiene que hacer y te muestras expectante, conocéis esa sensación? Yo por mi parte, estaba ensimismado en con su barriga, con su ombligo, el cual merecía todos mis cuidados. Mis manos acariciaban sus pechos, pasaba mis dedos por sus labios, sin que ella hiciera otra cosa que disfrutar del momento. Voy a hacer algo que me gusta mucho… Le desabroche el pantalón, lo baje suavemente, mientras contemplaba sus braguitas, y ese olor, ese dulce y maravilloso olor. Fuera el pantalón, -En esto también soy muy bueno… No lo dudo. Bese sus muslos, los recorrí con mi lengua como un poseso. Sin quitarle la ropa interior, acerque mi cabeza a su sexo, yo ya estaba en el suelo de rodillas, ella sentada en el sillón. Se las baje levemente, y vi una pelvis magnifica, con unos mínimos pelos, los cuales bese y mordisqueé. Ya no podía aguantar más, mi demonio empezaba a dominarme, y mi corazón estaba acelerado y tenía claro lo que quería. Se las quité del todo, la eche hacia un lado, y me pare a contemplar su sexo, unos labios hermosos, lo sabía. Su clítoris, perfecto, culminando esa hermosura. Empecé a lamer su pelvis, sus muslos, sin llegar ni siquiera rozar su sexo, mi saliva ya deslizaba por todos lados. Metí sus dedos en mi boca, se los chupe, luego se los lleve a la suya, y los chupo, se los metió tan adentro… Mi lengua empezó a jugar con su clítoris, muy suave, casi sin presión. Gemía. Bajaba por sus labios, y subía rodeándolos. Luego al revés.- Bufff… Se lo comí, de mil maneras diferentes, con la punta de la lengua rápidamente, con lametazos grandes y lentos, saboreando ese manjar. Ya era mía… baje mi lengua por debajo de su sexo, sin bajar más, sin tomar ningún descenso. Esa zona es tan sugerente, con las piernas abiertas, la saque un poco del sillón, le levante las piernas, y me maraville de esa hermosura, sus nalgas, duras, redondas, con una hermosa marca, de bikini, pero de niña buena, las lami, acercándome cada vez más a su culo, acercándome poco a poco. Mis dedos jugaban con su clítoris, ya había subido la intensidad, y por supuesto ya tenía mi lengua en su culo, lamiéndolo salvajemente, chupándolo, era maravilloso. Sus gemidos, como gritaba, era increíble. Con la boca como la tenía la acerque a su cara, y ella me lamio, como no lo ha hecho nadie. Su saliva, mi saliva, sus jugos, todo mezclado. Ese olor se metía por mi nariz y lo inundaba todo. Volví a bajar, metí su clítoris entre mis labios, chupándolo, lamiéndolo fuerte, como si lo quisiera arrancar con la lengua. Se lo chupaba todo, cuánto podré abrir la boca para meterme esa hermosura en mi boca. Lo mordía suavemente, lo lamía, pasaba mis dedos, mi nariz. Metí dos dedos en su coño, mientras seguía con su sexo por mi boca, sus chillidos ya eran considerables. Sabía lo que tenía que hacer, ya no sabía como ponerme, solo quería darle mas y mas placer. Mi boca en su culo, dos dedos en su coño, y con la otra con su clítoris. Tenedlo claro ese es el secreto. La apretaba, por todos lados, le mordí sus muslos, sus nalgas, sus pelvis, su barriga. Los dedos que tenía en su coño, los sacaba y los metía cada vez más fuerte, los llevaba a su boca, los cuales ella chupaba viciosamente. –Cabrón, ¡me vas a matar! la niña buena también había despertado algo en su interior. No paraba de chillar, estaba a mi merced, pero yo solo quería que disfrutara, que supiera lo que me provocaba. Se corrió, salvajemente, se retorció, quería que parara, yo saque mis dedos, pero no deje de lamerlo. Cuando paro de moverse, le dedique unos lametazos marca de la casa, desde el culo hasta la pelvis, seguía retorciéndose, gimiendo, pero yo la tenía agarrada por la cintura, peleaba por soltarse, ni siquiera tenía que mover la cabeza, la movía a ella.- Hijo de p… Volví a besarla, su boca con el sabor de su sexo, no podía para de besarla, de lamer sus labios, de meter mi lengua en su boca. Me levante, ella tirada en el sofá, todavía gimiendo, esto es solo el principio, solo estaba calentando, ahora toca enseñarte otra lección, pero con esa boca que tienes va a ser todo más sencillo. Me quite el pantalón, pero lo siguiente que sucedió se merece un capítulo aparte.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

MMN OME GUSTA PARA NADA POR QUE ES ALOG IMPOSIBLE COSAS Q NO SUCEDEN EN LA REALIDAD

Anónimo dijo...

NO ME GUSTA PARA NADA

Anónimo dijo...

Pues yo, que fui el que lo escribí, te digo que ocurrió tal cual lo escribo ahí.

Tienda de SexShop dijo...

Lo lei todo y la verdad me parece excelente, un contenido especifico de sexo y placentero. Gracias por compartir.

 
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