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AGONÍA por DesAmore (relato erótico Nº22)

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No quiero verle, quiero dejar de pensar en él. Cuanto más me quiero convencer de que es dañino para mí... más viene a mi mente. Me mentalizo de que él es pasado en mi vida. Ya no existe, ya no está, ya no duele...pero...

...suena el teléfono y toda la determinación que tenía hace un momento cae cual castillo de naipes en una tarde de viento.

Es él, él, él...

...siento que me tiemblan las piernas.

Quiere verme, olerme, tenerme, sentirme...amarme.

Dentro de una hora en nuestra cafetería favorita?.. no puedo negarme, es superior a mí.

Llego con retraso, observo a través de los cristales de la cafetería, está ahí de pie en la barra....mi corazón dá un vuelco. ¿Cómo puedo quererle y odiarle a la vez?

Entro y me acerco a él, me coge por un codo mientras me mira largamente y dice:

-Estás preciosa.

Siento que me ahogo en el mar azul de su mirada, un mar que se va volviendo negro al dilatarse sus pupilas y que me envuelve, que me hace sentir como una marioneta en sus manos. Se levanta de la silla alta de la barra y me oprime contra él, suspira largamente y aspira el aroma a rosas de mi cuello. Nuestras miradas se encuentran y es delicioso sentir cómo miles de mariposas recorren mi estómago. Me oprime con fuerza en un abrazo delicioso en el que me percato de que algo duro pugna por hacerse notar punzando mi vientre. Giro la cabeza y ahí están sus labios, ummm..maravillosa sensación recorre todo mi ser. Miro por encima de su hombro y veo que la gente que está a nuestro alrededor no pierde detalle de nuestra escena y me entra una repentina timidez. Pero él, ajeno a las miradas, sigue besándome, roza con su lengua mis labios y siento que mi cuerpo ansía fundirse con el suyo, me dejo hacer a la vez que le acaricio la espalda por dentro de su chaqueta. De repente se me ha quitado la vergüenza y me ha entrado un hambre feroz de sus caricias y acuden a mi mente las escenas de hace apenas doce horas, él y yo entre las sábanas de mi cama. Después de lo que me parece un suspiro en el tiempo, volvemos a la realidad y me susurra....

-Se me ha hecho eterno desde ayer....estoy loco por tenerte...nos vamos?

Paga su consumición y me agarra de la mano hasta su coche, me abre la puerta, ocupa su sitio, arranca y me lleva veloz por las calles de Madrid, pero hay un instante que me devuelve a la cruda realidad....la sillita de niño que se encuentra en uno de los asientos traseros y sólo el hecho de verla me golpea con fuerza en la boca del estomago ya que me recuerda que es casado.

Para en un semáforo, mi mira con deseo e impaciencia a la vez y justo cuando va a arrancar de nuevo....abro la puerta, me bajo y me alejo corriendo de su coche, de él, de su vida...de esa agonía.

2 comentarios:

R.CuloS dijo...

¿Ésto es erótico?...

Anónimo dijo...

sublime.

 
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